Desarrollo emocional en niños de 2 a 5 años.
En los niños pequeños de preescolar el desarrollo afectivo y social va a la par con el crecimiento intelectual. Entre los 2 y 3 años de edad empieza una vida de fantasía que le ayudará a explorar y experimentar una amplia gama de emociones, amor, dependencia, protestar, y miedo. Usted ya se dio cuenta que su hijo(a) empieza a tener un personalidad más demandante para usted, pero su hijo(a) también va adquiriendo su individualidad, empezará a experimentar emociones, con objetos simples como objetos inanimados, tales como un árbol, un reloj, un carro, o la luna y muchos animados, dependiendo el tipo de educación que los Padres ofrezcan a su hijo(a).

Generalmente la educación preescolar empieza desde los 2 años pero la verdad es que va mas allá, al  nacer el bebé se separa completamente del cuerpo de su mamá, determinando así importantes cambios biológicos en relación con su existencia antes del nacimiento, a los cuales debe adaptarse, requiriendo de la madre y de quienes lo rodean, para que esta adaptación sea satisfactoria, es en esta etapa donde el niño gracias a los cuidados y cariño de su familia desarrolla una confianza básica indispensable para su sano desarrollo mental posterior.
Esto quiere decir que los seres humanos siempre respondemos a cualquier experiencia, no solo con el cuerpo sino también con una manifestación emocional, como ocurre cuando al presenciar un accidente, originamos sentimientos de ansiedad y tristeza.

Ya sea que su hijo(a) asista el maternal, guardería, conviva con sus hermanos, vecinos, primos, etc; empieza una etapa de socialización fuera del ámbito familiar, es decir, al niño le gusta estar en compañía de otros niños y comparte juegos y conversaciones con sus iguales. Es una fase muy importante a nivel emocional, el niño es consciente de que tiene un espacio propio lejos de su familia (la escuela) y que tiene unas normas y las tiene que cumplir que, muchas veces, se oponen a lo que al niño le gustaría hacer. En algunos casos la separación de los padres puede ser dramática y el niño, al dejarlo en la escuela, llora desconsoladamente o bien hace alguna rabieta. Con el paso de los días de escuela, este fenómeno va suavizándose hasta desaparecer. El colegio es una rutina más de su vida que disfruta y le gusta, a los padres les cuesta más trabajo superar esta fase que a su propio hijo.
Desde pequeño(a) en casa se empezaron a poner límites y es el momento de consolidarlos y de adoptar otras formas de trabajo fuera de casa. Se han de establecer pautas y normas en casa sencillas que informen al niño de lo que se puede y no se puede hacer. Sobretodo los límites deben incidir en marcar unas pautas de comportamiento compatibles con la escuela y que garanticen una convivencia fluida con padres, maestros y compañeros de colegio. Se debe trabajar, el respeto, la no violencia y el afecto. Es importante que los límites no sean laxos o diferentes cada día porque lo único que se conseguirá es confundir al niño y no aportarle ningún beneficio en su educación.

Ambos padres o quien se encuentre al cuidado del menor deben poner los mismos límites: han de ir a la una e intentar no contradecirse delante del niño. Ningún familiar debe desautorizar al padre ni a la madre si se toma una decisión o se reprende al niño, igualmente, los padres no se deben desautorizar entre ellos.

Siempre los límites deben de ir acompañados del gran afecto, se debe ser cariñoso con el niño y felicitar todo lo que hace bien, que seguro que son muchas cosas; esto ayudará en la confianza y autoestima de su hijo(a).

  • ¿Qué cambios físicos ocurren durante la edad preescolar?
Movimiento: El cuerpo de su niño cambia conforme aprende a hacer cosas nuevas. Sus habilidades motoras (movimiento) mejoran junto con su equilibrio y coordinación.

Control del cuerpo o movimiento: Su niño podrá pararse en un pie por un espacio corto de tiempo. Aprende a subir y bajar las escaleras con los pies alternados. También puede saltar y tirar la pelota. Su niño aprende a vestirse y alimentarse y utiliza el lavabo por si solo.

Control de manos y dedos: Su niño aprende a concentrarse y aumentar sus habilidades con las manos. Puede tomar un libro o la pluma más firmemente. También aprende a darle vuelta a las páginas de papel. Más tarde, voltea las paginas una a la vez.

  • ¿Qué cambios mentales ocurren durante la edad preescolar?
Lenguaje: El número de palabras que su niño aprende aumenta conforme crece. Su habilidad para comunicarse continúa mejorando y madurando. El usa 4 o más palabras para hacer oraciones usando reglas básicas de gramática como hablar en tiempo pasado. Cuando su niño habla, la mayor parte de sus palabras son suficientemente claras para entenderse. Cuidado, uno debe corregir las palabras que se han pronunciado mal, no es un caballito ó patito, es un caballo ó pato. Quelo? Quiero, etc.

Pensamientos e ideas: Durante la edad preescolar, su niño tiene una imaginación muy activa. Empieza a creer en la magia y siente temor de fantasmas o monstruos. También puede sentir miedo a la oscuridad o a estar solo. Cuando juega le gusta fingir que es otra persona. También tiene idea del tiempo y conoce algunos colores básicos. Entiende textos y reconoce letras del alfabeto. Puede repetir historias familiares y seguir órdenes complejas. Durante este tiempo, su niño aprende su género (niño o niña).

¿Qué cambios emocionales y sociales ocurren durante la edad preescolar?
Los padres o la familia influyen en el desarrollo emocional del preescolar. Durante este tiempo, su niño empieza a mezclarse con otras personas. Aprende a jugar con otros niños y comienza a entender costumbres sociales. El quiere hacer más cosas por sí mismo y esto lo lleva a arrebatos de frustración y quizá a tener un mal momento. Más tarde, su niño manejará mejor sus emociones. Aprende y acepta los límites y es libre de hacer tareas sencillas, como vestirse y alimentarse.

  • ¿Qué factores afectan el desarrollo de su preescolar?
Ciertas condiciones médicas: Los problemas que afectan el cerebro pueden retrasar el desarrollo de su niño. Estos problemas incluyen infecciones y lesiones en la cabeza.

Hábitos para comer: Su niño llega a ser selectivo con lo que come y prefiere sólo ciertos alimentos. Si se niega a comer o sólo come comida rápida o alimentos chatarra disminuye su crecimiento y desarrollo.

Juegos: Jugar fomenta que su niño desarrolle su imaginación. También aprenderá cómo llevarse bien con los otros.

Sueño: Su niño necesita dormir para que crezca y se desarrolle normalmente. El tiempo total para dormir incluye siestas a media mañana y por la tarde y sin despertar por la noche. La falta de sueño disminuye su energía. Su conducta durante el día es peor si su niño no duerme lo suficiente. Si no tiene suficientes siestas durante el día, es importante que duerma más de noche.

  • ¿Cómo puedo ayudar a mi niño durante sus años preescolares?
Ofrezca a su niño alimentos sanos y variados cada día. Incluyendo frutas, verduras, pan, productos lácteos (leche) y proteína (como pollo, pescado y frijoles). Siéntelo con la familia a la hora de comer incluso si no quiere comer. De esta manera, él verá alimentos diferentes y desarrollará su gusto a su propio ritmo. No lo fuerce a comer. Ofrézcale bocadillos sanos entre comidas. Evite darle demasiado jugo o leche ya que pueden disminuir su apetito a la hora de la comida. Las comidas que se preparan en casa son las más nutritivas para su niño y va adquiriendo un patrón conductual.

Permita que juegue. El juego ayuda a su aprendizaje, aumenta la confianza en sí mismo y mejora sus habilidades. Guarde lejos de su niño los juguetes u objetos que pueden causar asfixia, envenenamiento u otros accidentes. Guarde los juguetes cuando él no los utilice. La computadora y los videojuegos sólo deben ser utilizados con un adulto. Pueden utilizarse de 1 a 2 horas al día o menos. Todos los juegos deben ser convenientes a la edad del niño.

Escuche a su niño cuando hable. Tenga paciencia y déle tiempo a que termine su pensamiento. Al hablarle, evite usar palabras que suenan iguales o semejantes pero tienen significados diferentes. Estas palabras pueden confundirlo. Hágale preguntas sencillas. Al contestar las preguntas de su niño, responda lo más sencillo posible.
Asegúrese de acudir a citas regularmente con el médico para exámenes y vacunas.

Asegúrese de que su niño duerme lo suficiente (cerca de 11 a 13 horas) cada noche. Programe su sueño acostándolo y despertándolo a la misma hora diariamente. Las rutinas a la hora de acostarse son útiles para su niño. Mantenga su cuarto fresco y en calma.

Lea con su niño. Le ayuda a mejorar su lenguaje y sus habilidades de lectura. Hágale preguntas acerca de lo que piensa que sucederá en la historia para que use su creatividad e imaginación.

El tiempo fuera puede usarse como una manera de disciplinar a su niño. Le permite calmarse y pensar acerca de lo que hace. También le da tiempo de calmarse y permanecer en control. Establezca límites. Elógielo y recompénselo cuando sea conveniente. No lo critique ni muestre desaprobación cuando haga algo malo. Explíquele lo que usted quiere que haga en vez de lo que hace y dígale por qué.



Dr. José Alberto Hachity Ortega
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